lunes

A SÓLO UNA ESCALERA /1.

Era una casa antigua de pisos de madera dura y noble. Olía generalmente a almendra y su calor era intenso. La escalera era también de madera, fuerte; pero a simple vista daba una sensación de inseguridad, quizás era su inclinación. Con muebles de época y libros por doquier. Tenía un balcón amplio, que prácticamente no se usaba. Empezaba con un gran ventanal de vidrios divididos y terminaba en una verja de ornamentos coloniales. El segundo piso estaba alfombrado y él acostumbraba pasearse descalzo. Dejaba las pantuflas formadas al pie de la escalera; aunque el piso de madera no era frío, odiaba la sensación de las betas de los listones. Siempre tuvo la alucinación que vivía en dos tiempos, en dos épocas, en distintos espacios. Pero la soledad siempre vuelve loco a un hombre, se decía así mismo.
Colocó ambos pies firmemente, y salió de la cama. Caminó lentamente al cuarto de en frente y miró por la ventana hacia la calle, a través del amplio balcón. Le aburría la soledad de la ducha, la encendió y escucho el pintoresco golpetear de las gotas, eso lo divertía. Entonces bajo las escaleras y se puso las pantuflas. Miró la cocina, deseaba que el café estuviera preparado. Puso la pava en el fuego, sacó dos tazas y batió dos cafés con esmero. Volvió al cuarto y la beso con cariño, ella murmuro algo y él sonrió. Salió de la habitación y cruzó al baño, encendió la ducha y se regocijó con el sonido de las gotas. Regreso a la cocina, sirvió ambos cafés, se saco las pantuflas y subió las escaleras. La ducha duró casi media hora.

1 comentario:

Caro dijo...

hola. hace mil años que no entraba al blog... dada la escasa escasa difusión/lectura etc etc.. ergo encontrar más de 0 comentarios fue muy gratificante. gracias por pasar quienquiera que seas. olor a madera me dejó el relato. pero a madera con la humedad suficiente y odradeks. saludos!